Energía al servicio de la ciudadanía y el rol clave de la cogeneración Columnas por Karen Ileana Ortiz - junio 3, 20250 Este 5 de junio, en el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, renovamos un compromiso compartido: avanzar hacia un modelo energético más limpio, justo y eficiente. Nuestro país enfrenta una doble responsabilidad: avanzar hacia la transición energética con justicia social y cerrar las brechas de acceso a la electricidad, todo ello mientras se combate la crisis climática y se impulsa la productividad nacional. De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), la demanda eléctrica en México crecerá un 14.5% hacia 2030, alcanzando los 410,800 GWh. Esta tendencia obliga a invertir con visión y responsabilidad en generación, transmisión e infraestructura. Sin inversión oportuna en generación y transmisión, el país enfrentará un déficit superior a los 48,000 GWh. Este escenario pone en riesgo la seguridad energética, la operación industrial, la digitalización del país y el bienestar social. Además, la alta dependencia del gas natural —que representa casi el 59% de la electricidad generada— expone al sistema a vulnerabilidades externas, como lo han evidenciado diversos fenómenos naturales. Bajo esta óptica, fortalecer la soberanía energética y garantizar el acceso equitativo a la electricidad cobra más relevancia que nunca. La energía, cuando se distribuye con justicia y se produce con conciencia ambiental, transforma realidades. Aún hoy, millones de personas carecen de acceso confiable o asequible a la energía. Avanzar hacia un modelo más democrático implica apostar por tecnologías más limpias, modelos tarifarios sostenibles y alianzas que sumen esfuerzos públicos y privados. En este contexto, la cogeneración eficiente se posiciona como una de las respuestas más contundentes a los retos del presente y las exigencias del futuro. Esta tecnología permite generar electricidad y calor útil de forma simultánea, con altos niveles de eficiencia energética, menores emisiones y costos más competitivos para el sector productivo. Además de sus beneficios técnicos, ambientales y económicos, la cogeneración contribuye a la autosuficiencia energética, reduce la carga sobre la red nacional y abre la puerta a esquemas de generación distribuida, especialmente en zonas industriales o de alta demanda energética. México se encuentra ante una oportunidad histórica: construir un modelo energético sustentable, justo y soberano. No se trata únicamente de una decisión técnica o económica, sino de un compromiso con las generaciones presentes y futuras. Las decisiones que tomemos hoy en materia energética marcarán el rumbo de la competitividad, la resiliencia y la inclusión social del país en las próximas décadas. La cogeneración eficiente debe ser parte de ese futuro, como herramienta de innovación tecnológica, como aliada de la industria sustentable y como un componente clave en la transición energética con justicia ambiental, puede contribuir significativamente al bienestar colectivo. Porque sí, la energía debe estar —como lo plantea el discurso nacional— al servicio del pueblo. Y desde el sector privado, desde la técnica y desde la colaboración, también podemos ser parte de ese camino. El futuro energético de México se construye hoy, entre todos. Compartir en Facebook Compartir Compartir en TwitterTweet Compartir en Pinterest Compartir Compartir en Linkedin Compartir Compartir en Digg Compartir