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El curioso hidrógeno naranja, la energía «más sucia» del mundo: es solo experimental, pero nadie la quiere

El hidrógeno naranja es uno de los elementos más curiosos que hemos visto. Se trata de un tipo de fuente de energía experimental, pero ya hay varios que no lo quieren. Si te sorprendió lo que te contamos sobre el hidrógeno turquesa, este tipo de H no te va a dejar indiferente. La electrificación de diferentes ámbitos es un paso crucial para lograr la ansiada transición energética que el ser humano necesita.

Lo mismo que sucede con la producción de hidrógeno, uno de los principales procesos que complementan y fortalecen este método en casos especialmente difíciles. En muchas oportunidades, cuando escuchamos hablar del hidrógeno, se habla de hidrógeno verde, pero hay muchos otros tipos.

El mundo está atravesando un momento de cambios a nivel energético. Abusar de combustibles fósiles es una opción cada vez más desechada y, tanto gobiernos como diferentes compañías, trabajan conjuntamente para traer alternativas al ciudadano de a pie.

Hidrógeno naranja, la opción experimental que muchos prefieren ver de lejos

Entre los diferentes procesos de producción de hidrógeno experimental está el del hidrógeno naranja, del que muchos ni siquiera quieren oír hablar. Es aquel que se genera a partir de fuentes de energía no renovables, como el gas natural o el carbón. A diferencia de lo que sucede con el hidrógeno verde (el más popular), el hidrógeno naranja NO es una fuente de energía limpia, ya que su producción tiene como consecuencia emisiones de carbono.

Su proceso de producción emplea gas natural o carbón como materia prima. Mediante un proceso llamado reformado de vapor, el gas natural o el carbón se transforman en hidrógeno y dióxido de carbono. El hidrógeno que aparece como resultado es capturado y se usa como combustible o para realizar otros procesos industriales.

En líneas generales, este tipo de hidrógeno se utiliza en la industria petroquímica y en procesos industriales que demandan hidrógeno como materia prima. También puede emplearse como combustible en automóviles de hidrógeno, aunque su uso en este ámbito no es tan común por su impacto ambiental negativo.

Pese a ser un elemento que funciona de manera eficaz como combustible, el hecho de que ‘suelte’ emisiones de carbono no termina de convencer a muchos usuarios. ¿Lo más importante de todo? Que utiliza residuos que no son biodegradables, de modo que no son incinerados. Conseguimos así dos ventajas: evitamos la contaminación asociada a su quema y también la degradación de los ecosistemas.

Alternativa al hidrógeno naranja

El hidrógeno verde es una clara alternativa al hidrógeno naranja. Se torna como el más popular de los diferentes tipos de hidrógeno, entre los que podemos distinguir otros colores, como rojo, azul, turquesa, marrón, gris…

Obtiene este gran reconocimiento porque se produce a partir de fuentes de energía renovables, como la solar o la eólica. Se consigue a través de un proceso de electrólisis del agua, en el que el hidrógeno y el oxígeno son separados usando electricidad renovable. El hidrógeno resultante es una fuente de energía limpia sin emisiones carbono.

El proceso de producción del hidrógeno verde empieza con la producción de energía a través de paneles solares o turbinas eólicas. Esta energía se usa para alimentar la electrólisis del agua, que separa las moléculas de agua en hidrógeno y oxígeno. Se captura el hidrógeno y almacena para su empleo posterior como combustible.

El hidrógeno verde tiene varias aplicaciones en diferentes sectores: transporte, producción de electricidad y producción de calor, entre otros. Además, puede emplearse en automóviles de hidrógeno como fuente de energía en pilas de combustible para producir electricidad, y en métodos industriales que necesiten calor.

Asimismo, alberga un gran potencial como almacenamiento de energía renovable, ya que el H puede generarse cuando se da un exceso de energía y puede emplearse cuando la demanda es alta.

Hidrógeno naranja vs hidrógeno verde: ¿cuál es mejor?

En términos ecológicos, la respuesta es sencilla. El hidrógeno verde se considera la opción más sostenible debido a su origen renovable y su producción libre de emisiones de carbono.

No en vano muchos consideran al experimental hidrógeno naranja la energía “más sucia” del mundo. Sin embargo, el H verde tiende a ser más caro de producir que el naranja. ¿Quieres saber más sobre los diferentes tipos de H? Aquí te contamos más sobre el hidrógeno rojo.

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