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El autocuidado, fundamental para prevenir y atender enfermedades

El 24 de julio se celebra el Día Mundial del Autocuidado, un concepto que la Organización Mundial de la Salud (OMS) define como la capacidad de las personas, familias y comunidades para cuidar su propia salud, prevenir y afrontar enfermedades o discapacidades con o sin la ayuda de un proveedor de servicios médicos.

Poner en práctica medidas de autocuidado ayuda a reducir factores de riesgo que desencadenan diferentes tipos de enfermedades o que pueden agravar el estado de salud. Las actividades de autocuidado deseables incluyen el aprender sobre nuestra salud y cómo cuidar de ella, nuestro bienestar mental, la actividad física, una alimentación saludable, la limitación de hábitos nocivos o prácticas de riesgo —fumar, consumo de alcohol—, una buena higiene —lavado de manos, por ejemplo— y el uso responsable y racional de bienes y servicios de salud.

“En el caso de padecimientos no graves como el resfriado común, la lumbalgia. Hablando específicamente de la diarrea, un manejo basado en prácticas de autocuidado como buena alimentación e higiene, alfabetización en salud y el uso responsable e informado de medicamentos de venta libre como el consumo de probióticos, son estrategias efectivas que las personas pueden manejar para su salud en casa y estar atento a las señales de alarma y acudir al servicio médico en el caso que lo requiera”, explicó Matías Caride, Director General de la Unidad de Medicamentos de Libre Venta de Sanofi México.

La Federación Global de Autocuidado (GSCF, por sus siglas en inglés), establece tres conceptos básicos de autocuidado, tomando en cuenta la capacidad económica, la infraestructura de atención a la salud, y las necesidades de las personas: 1) autocuidado como primera opción de manejo, es decir, como primera línea; 2) autocuidado como única opción de manejo, en lugar de no hacer nada; y 3) autocuidado como medida de prevención, es decir, los comportamiento proactivos y buenos hábitos para cuidar de la salud.

El autocuidado hace la diferencia en el manejo y recuperación del estado de salud de las personas, ayudando a optimizar los recursos de los sistemas de salud. De acuerdo con la Asociación Latinoamericana de Autocuidado Responsable (ILAR), las prácticas de autocuidado han demostrado beneficios económicos y sociales en América Latina, al punto en que podrían generar ahorros de hasta 7.2 mil millones de dólares a los sistemas de salud de la región, mientras potencian el bienestar general de la población. De esta manera, los recursos en el sistema de salud se pueden concentrar en los padecimientos más graves que requieren necesariamente de atención médica, mientras que las familias pueden ahorrar tiempo y dinero echando mano de sus conocimientos sobre cómo realizar el autocuidado de la salud en casa.

Autocuidado en la prevención y manejo de enfermedades

El autocuidado contribuye a la prevención y el manejo de las enfermedades crónicas no transmisibles (ENT), que de acuerdo con el reciente Informe de estadísticas de salud mundial según la OMS son las enfermedades con mayor carga de morbilidad a nivel mundial (74% en 2019). Las principales ENT son las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, y la diabetes.

En el caso de los pacientes con enfermedades raras e inmunológicas y sus cuidadores, la práctica del autocuidado resulta ser una herramienta fundamental, ya que muchos de ellos, ante las dificultades propias de su condición, normalizan el sentirse limitados para realizar algunas actividades de la vida cotidiana y se acostumbran a sufrir cierto tipo de síntomas que pueden ser controlados, lo que se conoce como “desesperanza aprendida”.

“Todas las personas pueden beneficiarse de tomar en sus manos el cuidado de su salud, en especial aquellas que sufren de condiciones crónicas . Implementar prácticas de autocuidado como parte del manejo de la enfermedad, no solo ayuda a evitar el deterioro de la calidad de vida de los pacientes y sus cuidadores, sino también previene complicaciones de salud y promueve la viabilidad del sistema de salud del país”, señaló Matías Caride.

México: Preparado para el autocuidado

La más reciente versión del índice de preparación para el autocuidado, elaborado por la GSCF, y cuyo objetivo es evaluar los factores que promueven la adopción de estas prácticas en el mundo, calificó a México con 3.02 puntos sobre 4, por detrás de países como Singapur (3.16), Australia (3.14) y Alemania (3.14), y delante de Colombia (2.90).

El puntaje obtenido por México lo coloca como un país muy preparado para la implementación de acciones de autocuidado, sin embargo, el estudio menciona la importancia de promover tales acciones e iniciativas de manera constante y cotidiana, buscando incidir en distintos grupos etarios y socioeconómicos.

“La apropiación del autocuidado en la población mexicana ha mejorado. En los últimos años diferentes actores, públicos y privados, han promovido acciones para que este concepto sea conocido y adoptado por todos los sectores de la población. Además, es una estrategia muy potente para descargar el sistema de salud a través de la prevención de las enfermedades”, finalizó Matías Caride.

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