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Lenta recuperación económica por contagios y lenta vacunación

De acuerdo con el Informe “Situación México” correspondiente al primer trimestre de 2021 la recuperación económica podría retrasarse debido a la lenta aplicación de la vacuna y al repunte en los contagios que se ha presentado en el país, por lo que BBVA México considera que esto le imprime un sesgo a la baja en la previsión de crecimiento para este año.

El estudio anticipa un crecimiento del PIB de 3.2% para 2021 (previo 3.7%), ante el choque al consumo privado en 1T21 derivado de la suspensión de actividades no esenciales en diversos estados. El Indicador de Consumo BBVA muestra ya una desaceleración, registrando una variación de 1.2% en diciembre (vs 5.0% en noviembre) y reportando un crecimiento de tan solo 0.1% durante los primeros 12 días de enero (con respecto al mismo periodo del año anterior). El número de contagios seguirá elevándose en enero tras las reuniones decembrinas a pesar de las restricciones de movilidad y recomendaciones de sana distancia. La extensión de la suspensión de actividades se suma al entorno de bajo apoyo fiscal y una política monetaria solo ligeramente acomodaticia. Hacia delante, se anticipa un mayor dinamismo de la demanda de los hogares en el 2S21 a medida que mejora el despliegue de la vacuna, alcanzando el consumo privado el 95% de su nivel pre-COVID para el 4T21.

En lo que se refiere a la inversión, a pesar del repunte inicial tras la caída del 2T20 la perspectiva es negativa ante los problemas de inconsistencia temporal que muestran las decisiones económicas del gobierno y la cancelación de facto de la reforma energética. A lo anterior se adiciona la senda de bajo crecimiento que la inversión ha mostrado en los últimos años, registrando en enero de 2020 un nivel 8% por debajo del observado en enero de 2019, marcando un bajo punto de partida pre-pandemia. Así, la inversión privada alcanzaría solo 91% de su nivel pre-COVID al 4T21, tras registrar una variación anual de 6.5% en 2021.

Por otro lado, los datos más recientes del índice ISM de manufactura en EE.UU. sugieren que la demanda externa seguirá creciendo a un ritmo sólido, con el índice de Nuevos Pedidos registrando un valor de 67.9 en diciembre (desde 65.1 previo), y la producción manufacturera alcanzando 97.5% de su nivel pre-COVID en ese mismo mes. Como actividad esencial, no se anticipan cortes en las cadenas de valor hacia adelante, lo que contribuirá a la resiliencia del sector exportador mexicano. Así que se prevé que las exportaciones superarían su nivel pre-COVID en 2021.

El Informe “Situación México” señala que el mercado de trabajo fue uno de los más afectados durante 2020. El cierre de la economía como medida de contención de propagación del COVID-19 implicó la expulsión de hasta 12 millones de personas de la Población Económicamente Activa (PEA), niveles de subocupación sin precedentes, altos niveles de desempleo -sobre todo en el ámbito urbano-, y destrucción de hasta 1 millón de empresas y empleos formales -registrados en el IMSS.

De acuerdo con el Estudio sobre la Demografía de los Negocios (EDN) 2020 del INEGI con información hasta septiembre de 2020 se tiene estimado el cierre de más 1 millón de negocios. Las más afectadas han sido las empresas pequeñas y medianas de las cuales murieron 28.2% del total, por el contrario, solo nacieron 2.8%. En segundo lugar, las microempresas de las cuales 20.8% del total cerraron, pero en este caso hay un nacimiento de negocios más relevante que llega a 13.1%, esto implica que existe una capacidad menor para generar empleos, en concreto, se presentó una alta mortalidad de empresas y nacimientos en menor magnitud y de negocios de menor tamaño.

El impacto más fuerte sobre el mercado de trabajo en el año se presentó en abril con un decrecimiento de 12 millones de la PEA. Esta brusca contracción del mercado laboral no se ha logrado disipar por completo, cifras a noviembre muestran que la PEA continúa siendo 2.5 millones inferior a su nivel del año anterior. Aunado a la contracción del mercado laboral, se presentaron niveles de tasa de subocupación sin precedentes, con una tasa promedio de 19.7% de abril a noviembre, alcanzando su nivel más alto en mayo con 29.9%. Con la reapertura de la economía se ha reactivado de manera gradual el mercado de trabajo, sin embargo, ha sido acompañada por persistentes niveles de subocupación y una recuperación más acelerada de la informalidad laboral, que prácticamente ha alcanzado sus niveles previos a la pandemia.

En el caso del empleo formal reportado por el IMSS, con cifras a diciembre muestran que el año cerró con una destrucción de 839 mil empleos formales con respecto a febrero (previo al cierre de la economía) y 648 mil menos en su comparación anual. Durante el año se alcanzó una pérdida de hasta 1.1 millones de empleos formales (marzo a julio de 2020) con variaciones negativas mensuales en abril (-555 mil) y mayo (-345 mil) que superan a las presentadas en la crisis 2008-09, cuando el máximo de empleos perdidos en variación mensual no superó los 327 mil empleos.

Durante los meses de agosto a noviembre se ha tenido una recuperación lenta del empleo, la cual no ha sido generalizada; sin embargo, otra vez en diciembre se presentó una pérdida de 278 mil puestos de trabajo deteriorando nuevamente los niveles de empleo formal. Con estos resultados el año cierra con un total de 19.8 millones de empleos registrados en el IMSS, nivel similar al presentado en el primer trimestre de 2018, borrando con esto prácticamente tres años de creación de empleo.

Dado el escenario económico que se presenta en el estudio “Situación México” se prevé que la recuperación del empleo será lenta, y continuará afectada sobre todo durante el primer y segundo trimestres del año. Los cierres parciales de las economías a nivel estatal, continuarán afectando la recuperación del empleo, la cual mostrará diferentes matices y heterogeneidad entre sectores y regiones. Por lo anterior, BBVA México mantiene su pronóstico de recuperación consistente y sostenida del nivel de empleo previos a la pandemia hasta 2023.

Asimismo, la institución financiera mantiene la perspectiva de menor inflación y tasas de interés más bajas, pero los niveles más bajos tomarán más tiempo del que se pensaba anteriormente. La inflación subyacente se ha mantenido rígida a la baja, pero la inflación general ahora está cerca de la meta. Las recientes presiones sobre los precios de las mercancías reflejan principalmente factores transitorios. BBVA México sigue esperando que la inflación subyacente baje debido a la continua debilidad de la demanda. La institución anticipa que la debilidad sostenida de la demanda acabará con la rigidez reciente y prevé que la inflación subyacente se moderará gradualmente hacia el 3.0%. Ahora anticipa que la inflación general y la subyacente se ubicarán en 3.3% y  3.1%, respectivamente, para fin de año.

Conforme se desacelera la inflación, el margen para una mayor flexibilización de la política monetaria se ampliará. Una recesión económica histórica y una amplia brecha del producto, en un contexto en que la inflación se desacelera y las expectativas de inflación permanecen bien ancladas, sugieren que la postura monetaria (ligeramente acomodaticia) aún no es apropiada. Las preocupaciones relacionadas con el tipo de cambio y los flujos de capital se han disipado, pero la tasa monetaria sigue muy por encima de la de los pares de los mercados emergentes. BBVA México prevé  que la tasa monetaria se ubicará en 3.5%.

Recientemente, Banxico hizo una pausa en el ciclo de bajadas de tasas en 4.25%; sin embargo, el comunicado más reciente señaló que el ciclo de reducción de tasas no ha terminado. El banco central dejó la puerta abierta a nuevos recortes de tasas. Mencionó nuevamente que permanecer al margen por ahora representa una «pausa», y no el final del ciclo de flexibilización. Banxico destacó que “[la pausa] brinda el espacio necesario para confirmar una trayectoria convergente de inflación a la meta”. Banxico está señalando que la reanudación del ciclo de recorte de tasas dependerá de las perspectivas de inflación. Las perspectivas de inflación apuntan a una moderación hacia delante. Además, la votación en la última decisión fue 3-2 con otro miembro (Gerardo Esquivel) votando por un recorte de 25 pb y la Junta se volverá más moderada en la próxima reunión ya que Galia Borja reemplaza al que era el miembro más hawkish de la Junta (Javier Guzmán). Es decir, de cara al futuro, los moderados tendrán mayoría a partir de la próxima reunión programada (febrero). Por lo tanto, se prevé que Banxico reanude el ciclo de recorte de tasas en febrero y reduzca la tasa de política en 25pb en cada una de las tres primeras reuniones programadas del año, llevándola a 3.50% en mayo. Se anticipa  que la postura acomodaticia se mantenga por un periodo prolongado, con la Fed sin iniciar un ciclo de subida de tasas en los próximos tres años.

La recuperación del peso continuó superando a la apreciación de otras divisas de economías emergentes y todavía hay espacio para alcanzar el desempeño promedio de estas. Por lo que la institución financiera considera que aún hay margen para una apreciación adicional del peso, impulsada por la inmunización contra el COVID-19, el mayor apetito por riesgo y la expectativa de superávit en la cuenta corriente para 2021. BBVA México prevé un tipo de cambio en niveles de 19.20 y 19.80 pesos/USD para diciembre de 2021 y 2022, respectivamente.

El Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP), el concepto de deuda pública más amplio, se incrementará de 44.8% del PIB en 2019 a 54.2% del PIB al cierre de 2020 (inclusive sin un impulso fiscal significativo). Este considerable incremento de 9.4 puntos porcentuales de PIB se explica principalmente por los siguientes factores: i) los mayores RFSP (incluyendo el uso de los fondos de emergencia) con una contribución de 5.1 puntos porcentuales; ii) la significativa caída nominal del PIB con una aportación de 3.4 puntos porcentuales; y iii) la depreciación del peso mexicano frente al USD durante 2020 con una incidencia de 0.9 puntos porcentuales.

El estudio “Situación México” del primer trimestre de 2021 prevé que un menor crecimiento potencial estabilizará el déficit de la cuenta corriente en alrededor de 1.2% del PIB en el mediano plazo. Asimismo, se anticipa que habrá un aumento en los flujos de inversión de portafolio durante 2021, lo cual contribuirá a un superávit de cuenta corriente ya que no se anticipa que las importaciones puedan cerrar la brecha con las exportaciones. Por su parte, las remesas internacionales apoyarán la demanda interna pero las importaciones de capital seguirán mostrando debilidad en este año.

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