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Salvador Moreno en la voz del contratenor Emmanuel Pool

Por Héctor Sosa, catedrático de la Escuela Superior de Música

La nueva normalidad nos ofrece una cartelera amplísima de conciertos, charlas y otras llamativas actividades culturales, casi todas gratuitas, y el confinamiento permite adentrarnos y dedicarles el tiempo que se merecen. El sábado pasado la Orquesta Filarmónica de las Altas Montañas OFAM, programó una charla en línea sobre el compositor orizabeño Salvador Moreno (1916-1999) con Emmanuel Pool, contratenor, investigador y actual especialista en la obra y vida de Moreno. Pool recientemente obtuvo con honores el grado de Maestro en música por la Facultad de música de la UNAM con una tesis, sin parangón, que muestra los pormenores de la vida del compositor e incluye una edición crítica de la ópera Severino (1958).

Sin lugar a dudas, la charla de Emmanuel Pool fue un éxito sonado por varias razones. En primer lugar por la nutrida audiencia que tuvo, con una importante participación en la ronda de preguntas al final de la charla. En segundo lugar porque Pool maneja, como hábil prestidigitador, toda la información sobre la vida, obra musical, pictórica, literaria e incluso el epistolario de Salvador Moreno. Finalmente, y no por ello menos importante, es el hecho de rescatar y de mirar hacia atrás, buscando nuestra identidad en los artistas e intelectuales olvidados y Moreno, un grande entre los grandes, necesita ser nombrado, exaltado y recordado por las actuales generaciones de músicos en nuestro país. Pool compartió también imágenes históricas, fotos, programas de mano, cartas, pinturas y documentos incunables, todos ellos valiosísimos para cualquier investigador.

Básicamente todos los cantantes de ópera hemos cantado alguna o varias de las canciones de Moreno. ¿Quién no se ha deleitado con “Definición”, “Verlaine”, ”Canción de jinete” o “Canción de la barca triste”? En las escuelas de música y conservatorios usamos estas valiosas piezas para enseñar el canto y, cuando menos en la Escuela Superior de Música del INBAL, se convierten en parte del repertorio obligado en la formación de los futuros licenciados en canto. Así fue como Emmanuel Pool conoció y se enamoró durante su paso por mi cátedra en la Superior de Música interpretando la única ópera de Moreno. Aunque la obra está escrita originalmente para voz de mezzosoprano, durante mi carrera yo había cantado las arias en mis recitales pensando ¿Qué me impide interpretar con mi voz de contratenor a un muchacho que va siguiendo su propio entierro? Absolutamente nada. Antes de la muerte del maestro tuve la inmensa fortuna de visitarlo en su departamento en Barcelona y cantar para él las obras que llevaba para el concurso Francisco Viñas. En 2011 como un homenaje a Moreno, presentamos en forma de concierto y a piano la ópera Severino con Pool en el rol titular dentro de mi cátedra en la ESM.Durante la charla, Emmanuel Pool nos llevó de la mano, durante poco más de dos horas, por un recorrido histórico-musical rememorando la relación de Salvador Moreno con José Rolón y Carlos Chávez, su frustrado viaje para estudiar en Estados Unidos con Krenek y la negativa de Milhaud de darle clases en Francia, el estreno de su ópera en el Gran teatro del Liceo en Barcelona en 1966, su devoción por esa maravillosa ciudad que el adoptó como suya y su aversión por la diplomacia cultural mexicana imperante en su tiempo, misma que lo alejó durante tanto tiempo de su propio país en un largo y autoimpuesto exilio.

Sin embargo el talento de Moreno, que no encontró apoyo en algunas ocasiones, si lo recibió de grandes músicos como el pianista chileno Claudio Arrau, el compositor Aaron Copland y el director de orquesta Dimitri Mitrópolus; ellos vieron en él lo que su propio país nunca descubrió. Don Salvador también vivió una entrañable amistad con la soprano Victoria de los Ángeles, quien se convirtió en la principal promotora de su obra vocal interpretando sus canciones prácticamente por todo el mundo.

Queda claro que nadie es profeta en su tierra. En 2016, el centenario del natalicio de don Salvador pasó tristemente inadvertido por las autoridades culturales de nuestro país y su ópera, Severino, sigue encajonada desde su última función en México en 1981. La ópera, estrenada en función única junto con Carlota de Luis Sandi y Amelia al ballo de Gian Carlo Menotti en el Palacio de Bellas Artes en 1961, fue revisada orquestalmente por el compositor quien estrenó su nueva versión en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona en 1966 con un elenco hispanomexicano que incluía al joven tenor Plácido Domingo.

Severino nunca se ha cantado en portugués que es su idioma original, se hizo en español adaptada por el propio Moreno junto con el poeta barcelonés Rafael Santos Torroella (hecho establecido por Pool en su tesis con base en documentación). Estamos a la espera del estreno absoluto en su idioma original, y un contratenor, desde mi punto de vista, sería la voz idónea para esa encomienda.

Gracias a Pool por recordarnos a este gran personaje de la música en México y por revivir con su canto las notas del chico labrador: “Es mi nombre Severino que otro no tengo de pila…”

Héctor Sosa
Catedrático de la Escuela Superior de Música
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